Esta temporada nos perdemos por los callejones romanos, entre terrazas, arte y monumentos en cada esquina.
Celebramos la belleza de los días lentos y de los pequeños detalles —como los sampietrini— que, juntos, dan forma a la dolce vita.
Con tonos cálidos, texturas naturales y esa luz tan única del verano italiano, esta es nuestra carta de amor a Roma.